jueves, 28 de agosto de 2014

Consejos de los Psicólogos: Cómo afrontar la vuelta a la rutina

Las vacaciones son sinónimo de descanso, relajación y bienestar. Sin embargo, también suponen un desequilibrio en los horarios, una pérdida de disciplina y, en definitiva, un descontrol absoluto sobre los deberes y obligaciones que dominan la mayor parte de nuestra vida. Por eso, cuando llega el temido instante de la vuelta al trabajo, muchas personas pueden sufrir ansiedad, estrés, tristeza o desasosiego.

Los psicólogos han desarrollado varias técnicas y consejos con los que se pretende facilitar el regreso a la rutina. Ponerlos en práctica ayudará a quienes han estado de vacaciones a retomar sus compromisos laborales y familiares con mejor humor, evitándoles sentimientos negativos. Algunas de estas recomendaciones son:

  • Intenta acostarte a una hora prudente incluso aunque estés de vacaciones, especialmente durante la última semana. Tómate un par de días para asumir la vuelta a la normalidad y haz todo según lo haces durante el resto del año.
  • No comas ni bebas en exceso. A pesar de que seguramente hayas abusado en la ingesta de comida y bebida durante el verano, ahora es momento de restringir estos productos. Haz una dieta sana y equilibrada que te permita estar activo y fresco durante la mayor parte del día.
  • Practica deporte. Realizar ejercicio no sólo es bueno para el organismo, sino también para la mente, pues de esta forma se aprende a ser disciplinado, se liberan tensiones y se consigue conciliar el sueño más fácilmente.
  • Mantén momentos de ocio y descanso. Empezar con la jornada laboral no significa que debas rechazar todo lo relacionado con la diversión y el esparcimiento. Queda de vez en cuando con tus amigos o ve al cine con tu pareja, incluso entre semana.
  • Piensa en positivo. Seguro que regresar a la oficina o a tu lugar de trabajo no es tan horrible como piensas. Reencontrarte con los compañeros y clientes habituales o salir a tomar un café en el bar de enfrente, hacen tu jornada más llevadera. Piensa en esos momentos y deja que una sonrisa asome en tu rostro.

Estos consejos suelen ser suficientes para afrontar una vuelta a la rutina. La mayoría de las personas no requieren de la ayuda de ningún psicólogo y son capaces de continuar con sus vidas con optimismo. Sin embargo, cuando se padece de otras patologías como depresión o falta de autoestima, por ejemplo, puede ser necesario contar con un equipo de psicólogos que ofrezcan el tratamiento adecuado.

Miguel Vallejo

domingo, 10 de agosto de 2014

Ayuda en verano a tu mente. Ocio y playa la solución.

El verano nos ofrece la oportunidad de realizar una parada obligatoria a nuestra habitual vida vertiginosa, repleta de obligaciones, prisas y estrés. Los psicólogos hacemos hincapié en los beneficios que tiene el ocio para nuestra salud mental y física, tanto si lo dedicamos a practicar deporte al aire libre, a compartir charlas y actividades con los amigos o a tomar el sol y nadar en la playa. Es importante participar en múltiples actividades de ocio, tanto como una forma de disfrutar de la vida, como un medio para calmar nuestra mente y retomar la actividad diaria con más fuerza.

Las últimas investigaciones médicas han demostrado que aquellos que disfrutan del ocio y de actividades gratificantes tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y depresión y que, igualmente, son personas más felices y satisfechas con su vida.

Este verano tienes la oportunidad de dar un respiro a tu mente y disfrutar de los momentos de ocio con tu pareja, tus hijos, tu familia y tus amigos. Ello repercutirá favorablemente en vuestra salud física y mental, a la vez que contribuirá a reforzar vuestros vínculos emocionales y afectivos.

El beneficio de los rayos del sol es sobradamente conocido, dado que es la principal fuente de obtención de vitamina D. Además, los baños con el agua del mar tienen un efecto beneficioso sobre las articulaciones y eliminan las contracturas musculares. A ello se une los efectos positivos de la arena, que desinflama las articulaciones, del mismo modo que caminar con los pies descalzos sobre la arena es el mejor ejercicio para los músculos del pie y de las piernas.

Estos numerosos beneficios físicos repercuten directamente sobre nuestra salud mental y nuestras emociones, proporcionando un efecto calmante y aportándonos nuevas energías.

Para aquellos que no tengan la oportunidad de acudir a la playa, les aconsejamos disfrutar de todas las actividades al aire libre que puedan, acudiendo a la piscina municipal, al zoo, al parque de atracciones o simplemente disfrutando de una comida o una cena con nuestra familia y nuestros amigos.

Lo importante es dedicar el periodo de nuestras vacaciones al descanso, al ocio, a cultivar las relaciones afectivas con las personas que queremos y a cultivar nuestras aficiones y hobbies que no podemos realizar el resto del año. De este modo conseguiremos desconectar de las obligaciones y rutinas diarias, y volver tras las vacaciones recargados de nuevas energía y con la satisfacción de haber aprovechado al máximo el verano.

Miguel Vallejo